viernes, 6 de agosto de 2010

Po si ti va

¿Cómo salir de este negativismo tan nocivo, que impide ser feliz, hacer feliz y dejar ser feliz a los otros? Abriendo la mirada, comenzando a ver lo positivo en uno mismo, en los otros y en las situaciones que nos toca vivir. Más allá de lo que pueda molestar en una persona, tratar de mirar más hondo, de descubrirlo en su corazón, en sus aspiraciones, en sus valores.Para apreciar lo bueno mío, puedo mirar en forma positiva lo que hago, cómo realizo mis actividades. Observarme cuando estoy con la gente que quiero. ¿Qué sentimientos positivos afloran naturalmente en mí? ¿Qué cosas hago por el otro, sin esfuerzo, simplemente porque lo quiero? Cuando tenga alguna dificultad, en vez de lamentarme, preguntar ¿qué aprendo con esta experiencia o ¿en qué capacidades me puedo apoyar para superarlo? Estar presente en cada momento que vivo, disfrutarlo, abrirme a lo que me rodea.Así se aprende a apegarse a la realidad, sentir de verdad la vida que se está viviendo en uno, en el otro y en las situaciones. Así se puede sentir lo que uno es, lo que es bueno para sí y para los demás.



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